Reseña: ROJO Y ORO DE IRIA G. PARENTE Y SELENE M. PASCUAL
- octubre 15, 2017
- By Describiendo Mundos
- 4 Comments
Autor: Iria G. Parente y Selene M. Pascual.
Saga/Trilogía: No. Autoconclusivo.
Páginas: 443
Fecha
de publicación: febrero
de 2017
Escuchad, mortales,
la historia de un dios que no quería vivir,
de una amazona obligada a matar
y de su libertad para siempre robada.
Aguardad y temed el despertar del caos:
cuando Eris abra los ojos,
la venganza al fin llegará.
Orión
está cansado de ser el esclavo de Hera desde que su madre, la diosa del Caos,
fue condenada por su ambición. Hera le ha tratado siempre más como un criado
que como el dios que es. Y quiere que eso acabe. Asteria
está cansada de luchar. Desde que el pueblo de las amazonas fue arrasado hace
años, ella y sus hermanas viven esclavizadas y obligadas a servir al Emperador
de Élada como gladiadoras. Y quiere que eso acabe. El
mundo de Orión es dorado como solo puede serlo la grandeza de los dioses; el
mundo de Asteria es rojo como solo puede serlo la sangre que derrama cada día. Ambos
buscan venganza hacia quienes los encadenaron en esos mundos. Ambos
buscan libertad, y harán lo que sea necesario para conseguirla.
¡Hola,
hola!
Lo
crean o no, estoy muy pero muy feliz de volver a reencontrarme con ustedes por
este medio, he estado bastante perdida, lo sé, principalmente porque no tenía
computadora, pero hace unas cuantas semanas la han arreglado, entonces,
¿por qué no había regresado antes? ¿La verdad? Flojera en estado puro.
Sin
embargo, no vengo a hablarles de mi flojera, ni tampoco del bloqueo lector que sufrí hace algunas semanas. ¡Oh, perdón! ¿Es que no lo sabían? Pues sí, experimenté
el temido bloqueo lector, mi primera vez, para ser exacta. Mi yo inocente se creía
invulnerable, a todos les podía pasar, pero a mí... ¿a mí? ¡Jamás! Yo siempre
tenía ganas de leer, siempre, ¿por qué iba a tener un bloqueo lector? ¿Por qué
iba a pasar semanas sin adentrarme en un libro si había mucho por leer? Lo
cierto es que el susodicho tocó mi puerta y no fue para nada amable. Pero no tampoco
vengo a hablarles de ello, ya lo hice en esta entrada. Hoy, en cambio, quiero
hablarles del primer libro que leí desde mi finalizó mi bloqueo lector.
En Rojo
y Oro, Iria y Selene nos cuentan la historia de dos personajes
peculiares: Orión, dios de la vida, y Asteria, una amazona. La vida de ambos se
ve esencialmente marcada de dolor y abusos.
Orión,
hijo de Eris –diosa y reina absoluta del caos–, ha sido esclavizado desde
pequeño por Hera, y es que desde que su madre fue condenada a vivir una
eternidad convertida en piedra quedó al mando de la diosa. Orión estaba harto
de vivir bajo el yugo de Hera, pero más allá de eso, estaba cansado del
silencio que habitaba entre los dioses cuando de injusticias se trataba, ¿acaso
tenia él –o sus hermanos– la culpa de la ambición de Eris? ¿Era justo que se le
condenara a una eternidad de sufrimiento por lo que había hecho su madre? ¿Por
qué ningún dios intercedía por ellos? ¿De verdad se lo merecían?
Asteria,
por su parte, es una amazona que ha sido testigo de como las tropas del
Emperador de Élada masacraban a su pueblo, destruían sus hogares y esclavizaban
a las pocas amazonas que habían quedado en pie, arrebatándole con ello todo
atisbo de felicidad. Fueron llevadas a la capital y obligadas a luchar en el
coliseo como gladiadoras; durante ese tiempo, como distracción para toda Élada,
Asteria se ganó una reputación a base de sangre, se había convertido en la
mejor gladiadora que toda Élada había visto, y, a partir de ese momento dejaría
de luchar para sí misma, derramaría su sangre y la de sus contrincantes para
ver a las suyas libres, la llamarían la Amazona Roja.
«De los héroes se tiende a olvidar sus orígenes cuando solo queda la proeza. Cuando
solo queda la épica historia, lo imposible para otros, es eso lo que se aclama, y no a la
persona tras el mito. Así, todos han hablado de los logros y el ingenio de Ulises, pero
lo que menos se recuerda es que solo era un hombre en busca de su hogar; todos
admiran a Orfeo, quien bajó al propio Inframundo en busca de su amada, pero nadie
habla de lo vacía que sonó su prestigiosa lira cuando, ni siquiera llegando hasta ella,
pudo finalmente liberarla.»
En este contexto la vida de ambos se une a fin de lograr el mismo propósito: libertad. Mi primer pensamiento al terminar Rojo y Oro fue en gran medida aceptable, en general debo admitir que me agradó, no voy a decir que cumplió con todas mis expectativas – pues le tenía muchas ganas desde que fue publicado–, porque sería mentirme y mentirles a ustedes, pero debo admitir que me dejó un buen sabor.
Entre
los primeros aspectos que voy a destacar se encuentra su narración, ambas nos
regalan una prosa ligera, enteramente ágil y curiosamente
cautivadora, de modo que vas leyendo y leyendo, y cuando quieres darte cuenta ya
has avanzado en gran medida. Asimismo, los capítulos se encuentran narrados a
tres voces: una perteneciente a Orión, otra perteneciente a Asteria y la última
de ellas es un canto narrado en tercera persona indefinida, desde esta última
perspectiva conocemos todo lo ocurrido alrededor de los dioses, ya sea en el
Olimpo o en cualquier lugar que se hallen, pero siempre concerniente a los
mismos.

«Sé que lo conseguirás, y te castigarán por ello. Pero solo será eso: un castigo. Y entonces no me importará lo que hagan, porque yo lo desharé. Drenaré el mar, si te ocultan en el fondo. Excavaré el desierto entero, si te entierran en algún lugar de él. Si te duermen, te despertaré; si te convierten en piedra, no pararé hasta convertirte en carne y piel de nuevo…»
No puedo terminar los puntos positivos de la historia sin destacar los roles que le han dado a los personajes, ciertamente han exaltado la posición de la mujer al darnos a una protagonista fuerte, independiente y capaz de lograr por si sola lo que desea. A su vez, nos dan a un Orión que rompe con el rol tradicional de un hombre, a ellos siempre se les ha catalogado como la raza fuerte, los grandes guerreros que no lloran; aquí, en cambio, nos muestran que ellos también pueden flaquear. No son los mejores personajes con los que me he topado, pero en cierta forma me gusta la esencia que han querido darles y el mensaje que envían. Aunque, debo admitir que llevaron las personalidades de cada uno al extremo, nos muestran una sola cara de los dos. Asteria siempre fuerte e imbatible. Orión, todo lo opuesto.
Por
otro lado, me he topado con algunos detalles que no me gustaron en lo absoluto.
Uno de ellos fue la dejadez en ciertas escenas, momentos que desde mi punto de
vista tenia mucho potencial para ser aprovechados de otra forma.
¿Un ejemplo?
Lo advierto, el siguiente párrafo contiene spoiler.
En determinado momento, Orión es raptado por Hades, quien a gusto se lo lleva al inframundo para castigarlo por toda la eternidad, una vez allí lo encadena en las profundidades de un río de sangre en ebullición, pero lo peor no es eso, la fortaleza de Orión se va extinguiendo poco a poco al estar en lugar donde todo lo que se respira es muerte, además de que los espíritus suelen traspasarlo a cada instante, infligiéndole más sufrimiento.
(Antes de continuar quiero hacer una observación a este detalle del río en ebullición. Es un río, de sangre, y esta en constante ebullición. ¿Hello? La sangre no tiene punto de ebullición. Lo dejó pasar porque estamos hablando de los dioses griegos, para ellos todo era posible, así que vamos a dejarlo estar, ¿de acuerdo?)
El punto es que lo concerniente a esta escena y otras, se desarrolló demasiado fácil, tenían la situación perfecta para incluir algo más de acción y suspense, crearte a ti como lector esa tensión de si van a poder o no librarse de Hades, porque todo fue así: Asteria llegó al Inframundo, pagó a Caronte, hirió a Cerbero, rescató a Orión y luego salieron del Tártaro sin un rasguño. Tan básico y predecible como eso. O sea, que robas al señor del inframundo y él no se da ni cuenta, ¡por favor!
Me gustaría decir que fue la única escena que desperdiciaron, pero no, resulta que abundan. Tenían la oportunidad perfecta para hacer algo memorable en determinados momentos y no lo hicieron, con esto no digo que no haya momentos únicos y dignos, porque los hay, pero desaprovecharon bastantes.
A su vez, choqué con dos personajes: Orión y Eris.
¿Un ejemplo?
Lo advierto, el siguiente párrafo contiene spoiler.
En determinado momento, Orión es raptado por Hades, quien a gusto se lo lleva al inframundo para castigarlo por toda la eternidad, una vez allí lo encadena en las profundidades de un río de sangre en ebullición, pero lo peor no es eso, la fortaleza de Orión se va extinguiendo poco a poco al estar en lugar donde todo lo que se respira es muerte, además de que los espíritus suelen traspasarlo a cada instante, infligiéndole más sufrimiento.
(Antes de continuar quiero hacer una observación a este detalle del río en ebullición. Es un río, de sangre, y esta en constante ebullición. ¿Hello? La sangre no tiene punto de ebullición. Lo dejó pasar porque estamos hablando de los dioses griegos, para ellos todo era posible, así que vamos a dejarlo estar, ¿de acuerdo?)
El punto es que lo concerniente a esta escena y otras, se desarrolló demasiado fácil, tenían la situación perfecta para incluir algo más de acción y suspense, crearte a ti como lector esa tensión de si van a poder o no librarse de Hades, porque todo fue así: Asteria llegó al Inframundo, pagó a Caronte, hirió a Cerbero, rescató a Orión y luego salieron del Tártaro sin un rasguño. Tan básico y predecible como eso. O sea, que robas al señor del inframundo y él no se da ni cuenta, ¡por favor!
Me gustaría decir que fue la única escena que desperdiciaron, pero no, resulta que abundan. Tenían la oportunidad perfecta para hacer algo memorable en determinados momentos y no lo hicieron, con esto no digo que no haya momentos únicos y dignos, porque los hay, pero desaprovecharon bastantes.
Fin del spoiler.
Originalmente Eris es la diosa de la discordia, pero estas chicas le han atribuido también el caos, y esta bien, solo que pienso que no solo debían representarla como
tal, sino hacer que actuara como tal, al finalizar el libro la diosa del caos me dejó la sensación de solo ser una mujer egoísta, codiciosa, inexperta para ser una diosa y poco audaz. Una decepción, desde mi punto de vista.
Por otro lado, se supone que Orión es el dios de la vida, y, admito, que nunca la vida me había
parecido tan patética. Disculpen si eso sonó un poco mal, pero honestamente es
el adjetivo que se merece Orión. Entiendo que estas chicas hayan creado a un
dios y le otorgaran como atributo la Vida; no obstante, para mí no estuvo a la
altura de lo que representa ser custodio de tal bendición y lo que la misma
representa. Orión es un mar de lamentos, así de simple. No me esperaba a un
dios enérgico, por atribuir una cualidad, o un dios para el cual todo fuera
perfecto y positivo, ¡no! pero ciertamente esperé –en vista de que no existe en
la mitología griega ningún dios de la vida–, a un inmortal capaz de ser
equilibrado dada las facultades o atributos que le habían otorgado. Así
que, Orión, a diferencia de las reseñas que he leído en donde lo colocan como
lo mejor de la historia, para mí fue un gran fiasco. Pero ya va, no me mal
interpreten, esto no significa que no tuvo sus puntos buenos, solo que…no
estuvo a la altura de lo que esperaba. Encontré una frase allí mismo que trataba de explicar el porqué Orión era así, sin embargo, no me convenció de un todo. Juzguen ustedes.
«Esperaba a la Vida más… dura. Aunque supongo que la Vida no es dura en sí misma, sino que son factores externos los que la convierten en algo complicado. Tiene su lógica que la Vida, en su naturaleza más absoluta, sea pura y sencilla.»

Ahora
bien, el final. Este final me ha recordado mucho cuando terminé de leer de Engaños A.GHoward, no porque se parezcan en algo, ni por ahí, sino que fue… ¿vamos a
llamarlo justo? Honestamente a mí no me gustó, me demostró que no estaba
equivocada en base a Orión y mi percepción de él, pero sí dejó a un lado ese
detalle fue justo, para ambos.
Espero
que lo lean, le den una oportunidad y debatan conmigo su experiencia con Rojo y
Oro, si ya lo leyeron, no duden en dejarlo en los comentarios.
4 comentarios
¡Hola!
ResponderEliminarYo le tengo ganas a estas autoras, aunque por las cosas que has mencionado, que hacen que sea un libro promedio, tirando para abajo, dudo que las lea con este. Btw, que he echado a reír cuando dices que te creías invulnerable ante la magia, digo los bloqueos lectores xD
Un beso
¡Hola, Caly!
Eliminar(Si, te voy a llamar Caly)
Espero que estés muy bien, gracias por leer y comentar.
Respecto al libro, deberías darle una oportunidad. Cada opinión varia según los ojos que la miren, y si le tienes ganas, pues anímate a leerlo. Para mi no ha sido un libro precisamente malo, simplemente hubo ciertos aspectos que pudieron aprovechar más y algunos errores que en futuras ediciones pueden corregir; del resto, es un libro entretenido y que puedes leer en cualquier momento. Así que anímate y luego me cuentas cómo te va.
¡¡Abrazos!!
¡Hola! Vaya, me ha encantado la reseña, tiene mucha profundidad y está muy bien argumentada. La verdad es que el libro me llamaba la atención, tanto por lo bien que me han hablado de las autoras como por la ambientación, que me resulta muy atractiva. Una lástima los puntos negativos que le has visto, tienes razón que no están bien caracterizados esos personajes y lo del lenguaje sí que no tiene excusa. Aún así, sigo con ganas de leerlo, espero que me guste más que a ti.
ResponderEliminarUn saludo,
Laura.
Hola de nuevo, Mary:
ResponderEliminarLa verdad es que yo sufrí una terrible decepción con estas autoras con "Secretos de la luna llena". No conseguí terminar el libro porque tenía un "je ne sais quoi" que me resultaba insufrible. El caso es que esta novela me la habían recomendado mucho y me habían dicho que le daba mil vueltas al otro libro. Pero tengo miedo de que me decepcione otra vez. Últimamente todo el mundo está loco por su obra, pero yo tengo mis recelos...
Y, claro, ahora leo tu reseña y... no sé que pensar. A mí me fascina la mitología griega y creo que sé un poquito sobre el tema por lo que mi miedo es aún mayor. Sobre las expresiones que mencionas... yo tampoco soy historiadora-filóloga, pero te sorprenderías de la antigüedad que tienen ciertas expresiones que nos parecen "tan modernas". He estado curioseando por internet y he encontrado esta entrada: http://castellanoactual.blogspot.com.es/2006/06/historias-del-cabrn-y-otros-insultos.html No sé hasta qué punto será fiable, pero en ella dicen que "cabrón" se documentó por primera vez (que se sepa) en el siglo XIII, así que sí, es probable que en esta ocasión a estas autoras se les haya ido un poco la mano.
Un saludo imaginativo...
Patt