Reseña: La joven durmiente y el huso de Neil Gaiman

  • febrero 04, 2017
  • By Describiendo Mundos
  • 0 Comments



 Título: La joven durmiente y el huso.

Título Original: The Sleeper and the Spindle.
Autor: Neil Gaiman
Ilustrador: Chris Riddell
Saga/Trilogía: No. Autoconclusivo.
Páginas: 126
Fecha de publicación: Mayo de 2014

Esta historia tal vez os resulte familiar: hay una joven reina a punto de casarse. Hay algunos enanos buenos, fuertes y valientes; hay un castillo rodeado de una maraña de espinos; y hay una princesa a la que, según se rumorea, una bruja condenó al sueño eterno. Pero aquí nadie espera que aparezca un noble príncipe montado en su fiel corcel y dispuesto a arreglar las cosas. Si una joven reina quiere demostrarse a sí misma que puede ser una heroína, rescatar a una princesa es una ocasión perfecta...



Si hay algo que no tenía pensado hacer hoy era leer este libro y menos hacerle una reseña. Verán, La joven durmiente y el huso  era un libro que había agregado a mi lista de pendientes por leer pero la verdad me había olvidado de él. Hace algunas horas descargando libros para leer  tropecé con dicho autor y recordé  que lo quería leer y bueno, le di una oportunidad. Me sorprendió lo corto que era y que además contaba con ilustraciones.

Este es mi primer encuentro con Gaiman, bueno, el segundo, pero el primero que completo pues anteriormente intenté leer Coraline y la verdad no pude. Fue sencillamente imposible.

En esta ocasión Gaiman nos presenta dos de los cuentos infantiles más famosos pero de una manera completamente diferente a la original. Comienza cuando una joven reina tiene planeado casarse sin desearlo realmente, las dudas la asaltan constantemente ya que comprende que su vida y su libertad terminaran con aquel matrimonio que es cada vez más inminente.



A varios kilómetros del reino tres enanitos buscan un regalo perfecto para llevárselo a su reina, en su búsqueda terminan en un reino cercano al suyo y en una taberna descubren que una maldición ancestral comienza a esparcirse lentamente por todo el territorio y afectar a todas las personas sumergiéndolas en un sueño inmensurable. Hace setenta años una bruja maldijo a una pequeña princesa asegurándole que cuando cumpliera los dieciséis años se pincharía el dedo con un huso y caería en un sueño profundo. La maldición no sólo sucumbió en un sueño profundo a la joven princesa, sino a todo su reino, y con el tiempo haciendo de éste un lugar inalcanzable, inhóspito y olvidado. Con esta información los tres enanitos llegan hasta la reina y ésta entiende que la única manera de comprender y acabar con la maldición es llegar hasta la princesa y despertarla; de forma que con toda la valentía y confianza del mundo, se coloca su armadura, carga provisiones y se monta en su caballo dispuesta a partir junto a los tres enanitos en esta nueva aventura por salvar el reino.



Y yo sin proponérmelo sigo con mis re-telling de los cuentos clásicos, aunque este es más un crossover, como ya se pudieron dar cuenta, de Blancanieves y La Bella Durmiente.

¡Qué lectura tan corta pero tan excepcional! De verdad me sorprendió mucho lo que hizo Gaiman y el giro argumental tan drástico que le dio a estos cuentos.  De ellos, una vez más, sólo encontraran la idea básica, del resto es un completa sorpresa puesto que Gaiman le dio un toque radical, macabro y excesivamente original. Aquí rompió realmente con los esquemas de los cuentos de princesas y es algo que me gustó pues ensalza la figura de la mujer como heroína.



«¿Quién necesita que un príncipe la salve cuando la propia reina puede hacerlo?»

Nuestras protagonistas no necesitan un apuesto y valeroso príncipe que las salve o acompañe en esta aventura, son autosuficientes, fuertes, astutas y valientes. Me encantó como el autor nos presenta a sus protagonistas y el cambio tanto de imagen como de personalidad que les da, tan sólo de ver a Blancanieves sabes que rompe con lo establecido. Ella es una chica independiente, con pensamientos liberales, decidida y dispuesta a apostar por lo correcto.  




Su narración es un punto fuerte. Es una narración directa y sin florituras, Gaiman suelta todo sin ponerse a pensar si va a herir los sentimientos de alguien o romper la imagen que se tenían de dichos cuentos, este detalle hace que la experiencia sea más real y siniestra. La trama y cómo se desenvuelve la historia es realmente increíble, me encantó todo el giro que dio respecto al cuento de La bella Durmiente, mientras leía no paraba de decir: ¿Quééééé? ¡Dios santo! Y el final, ¡el final! Es algo que los va a sorprender muchísimo es tan espeluznante y perfecto que tienes un colisión de sentimientos. 


Otro punto tremendamente fuerte son las ilustraciones por parte de Chris Riddell. Son sencillamente majestuosas y al igual que la historia de Gaiman no intentan pintarnos un cuento bonito, son imágenes muy detallas y crudas, sensibles para los niños, si se quiere, pues destroza la imagen que se tiene de las princesas. El trabajo de Riddell es sencillamente digno de alabar.

Hubiera deseado que fuera un pelín más largo, de verdad que hubiera sido realmente increíble que contara con más hojas con las que deleitarse. Con esto pretendo volver a leer otro libro de Gaiman pues me dejó un buen sabor.  Y respecto a este, ¿qué están esperando para leerlo?




    


You Might Also Like

0 comentarios