Reseña: El chico de las estrellas de Chris Pueyo
- marzo 20, 2017
- By Describiendo Mundos
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Título: El chico de
las estrellas
Autor: Chris Pueyo
Autor: Chris Pueyo
Saga/Trilogía: No.
Páginas: 208
Fecha de publicación:
Noviembre de 2015
Érase un niño que jamás vivió más de dos años seguidos en una misma casa, por lo que decidió pintar las paredes de todas sus habitaciones con estrellas. Su rechazo al colegio y una familia inusual le empujarán a emprender un viaje donde no todo serán constelaciones y pedirle deseos a la luna. Es hora de bajar al barro, equivocarse con una princesa y terminar encontrando un príncipe… ¿o no? Sus ansias de libertad, tres antídotos de supervivencia y unas botas plateadas le acompañarán por un mundo muerto donde los sueños llegan descalzos y despeinados a Ninguna Parte.
Les voy a
comentar tres cosas:
La primera es que
terminé este libro ayer por la tarde después de tanto anhelarlo, luego de mucho
tiempo finalmente pude descargarlo y dedicarme a leerlo a mi gusto.
La segunda cosa es que al cerrarlo sabía que tenía un libro cargado de
coraje, no tanto por la historia en sí, más bien era cuestión de valor, ese que
tanto requirió su autor para hacerlo público.
Y lo tercero que
fue que de tanto hype me había creado
cierta expectativa con este libro.
Y qué pasó con
ellas, se preguntaran.
Sucedió que no era lo que yo esperaba.
No me mal
interpreten, vamos despacio, con calma.
«El chico de las
estrellas» es un libro escrito por Chris Pueyo y nos cuenta la historia de un
niño que llegó «a un mundo donde las tormentas eran triste, donde los años
pasaban y los meses no gritaban su nombre, donde las habitaciones eran blancas
y los sueños llegaban descalzos y despeinados a Ninguna Parte».
«Léeme despacito y fugaz. Déjame entrar pero no me invites a dormir».
Un chico que
desde una edad temprana tuvo que probar los sabores más amargos que nos ofrecía
la vida. No hubo para él un padre que lo enseñara a reír bajo la lluvia ni una
madre que lo acogiera con cariño, el mundo para él tenía reservado un padre que
no recordaba y una mujer que decía ser su madre pero que no se comportaba como
tal.
Desde niño se
enfrentó cara a cara con un torbellino de situaciones que amenazaban con
hacerlo trizas si se daba la espalda. Cuando ya era lo suficientemente mayor se
subió al ring junto al dolor, el abatimiento, la incomprensión y el miedo,
todos ellos con el único objetivo de apalear a un chico que pintaba estrellas
en cada habitación que recorría, que caminaba y pensaba diferente, aquel que tenía
más amigas que amigos y esas inmensas ganas de ser feliz. ¿Y qué creen? Estos chicos malos ganaron el
primer round.
«Y entonces descubrí que tenía razón, que las personas no siempre somos lo que quisimos ser, que a veces somos algo mejor»
No obstante,
cuando yacía sobre la lona con lágrimas convertidas en sangre, llegó la ayuda
que tanto anhelaba. Al ring subió la alegría, la determinación, la valentía, la amistad y el
amor, todos ellos corpóreos y habitantes natos dentro de personas que serían indispensables. Una vez
equipado había llegado la hora de luchar, de plantar cara y poder dar la
espalda sin miedo.
Antes de empezar
el siguiente round alguien dijo que había desigualdad de atacantes, que no podía
ser un cuatro contra cinco. Faltaba alguien en el equipo de las penumbras,
¿pero quién? El chico de las
estrellas paseó su mirada por el palco y luego de varios minutos divisó a una
figura alejada de la multitud. Era un sentimiento bonito, fuerte y curiosamente
iridiscente.
Lo que no sabía
era que aquel sentimiento era el punto de inflexión. Era todo y a la vez nada, podía
subir al ring y unirse al equipo del chico de las estrellas o sencillamente
quedarse sentado y disfrutar del espectáculo. Cuando el chico de las estrellas se
desvelaba pensando en aquel sentimiento se intimidaba, lo hacía porque cuando
lo miraba a los ojos veía como sus agresores se convertían en gigantes de
hierro.
Y es que nuestro
protagonista tenía un secreto, un secreto que le llevo algo de tiempo asimilar,
un secreto que lo hacía especial. Sólo él podía recurrir a ese sentimiento,
solo él podía hacer que se levantara de su butaca en el palco y marcara la
diferencia a su favor.
¿Sabes cómo se
llama ese sentimiento?
Creo que lo
conoces, o eso espero.
Pero por si no, lo llaman aceptación.
«Que los sueños son para que no se queden dormidos»
No quiero
alardear pero pienso que me ha quedado bonito, eh.
No mentira, al
grano con este libro que ya me extendí bastante. En líneas generales no les
dije nada en concreto de la historia porque es tan corta y tan personal que lo
correcto sería que lo descubrieran por si solos.
En esta ocasión me encontré
con un Chris Pueyo que nos cuenta la vida de El chico de las estrellas, un chico que él llegó a conocer luego de
varios momentos amargos y crueles, un chico que le inyectó vida y le hizo
entender que de una manera u otra todo era posible, un chico que siempre había
habitado en él.
Si, básicamente es
una autobiografía en donde Chris es nuestro protagonista y nuestro narrador. Seguramente
los tuiteros conocen muy bien a Chris Pueyo, mejor conocido en la red del
pajarito azul como Peter Pan. Yo
sinceramente no sabía nada de él hasta este libro y es que, bueno, Twitter y yo
no nos la llevamos muy bien.
«¿Cuándo fue la última vez que te tiraste por el tobogán? Creo que lo llaman crecer.»
En fin, Chris nos
presenta y narra su propia vida sin capas de glaseado ni florituras, es directo
y crudo, sin perder ese tinte casi poético que envuelve su forma de escribir. Es
un libro tremendamente emocional y que llegados a cierto punto es capaz de
revolverte los sentimientos. Conocemos gran parte de las etapas que han marcado
sus veintiún años, desde lo bueno hasta lo malo. Es una historia donde
prevalecen sentimientos como la superación, la amistad, la inexperiencia, el
miedo, el dolor, la determinación y el
amor, el amor en todos sus sentidos.
Y nos habla de un
tema muy importante como lo es la homosexualidad y la forma en la que la
sociedad lo percibe. Si hay algo que me gustó de este libro, más allá del
libro, es lo que representa en sí mismo, no se trata solo de la vida de Chris,
es más. El hecho de que las editoriales se animen a apostar por historias donde
sus protagonista sea abiertamente gay es como levantar una bandera ante la aceptación
y restarle un punto a tanto odio que sufren estas personas.
Ahora bien, si se
dieron cuenta aquí han faltado expresiones como: «¡Me encanto! Es lo mejor que
he leído. Se coló en mi lista Top» o cosas por el estilo, y es que aunque me
haya gustado en general no fue un libro que me dejó satisfecha y eso fue culpa
de tanto marketing.
Hay que ser conscientes
de que este libro contó con mucho marketing y no voy a negar que tenga sus puntos
buenos, porque los tiene. Pero el hecho de que tantas personas estuvieran
alabando esta obra me lleno de expectativas, despertó mi curiosidad y no fue lo
que esperaba.
«Los grandes héroes son los que arreglan el mundo mientras el mundo no está mirando.»
Pese a ello me
gustó la pluma de Chris y me gustaría seguir leyéndolo, pero esta vez con algo
más que una autobiografía.
¿Ustedes ya lo
leyeron? ¿Qué les pareció?
4 comentarios
Hola!
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu reseña :)
Más a diferencia de ti, a mi si me gusto muchísimo el libro, pienso que en algunas ocasiones hay libros que llegan en el momento indicado y por eso es que te llegan a impactar tanto, tal vez eso fue lo que me paso con este libro.
Otra cosa, me encanto que utilizaras una de las imágenes que hice para mi reseña, no pienses que me molesta, al contrario, me encanta.
Saludos, besos y un abrazo con olor a café :)
Me ha gustado tu resumen, te ha quedado bonito^^
ResponderEliminarEn cuanto al libro, he oído hablar mucho de él, y aunque me llama por la temática, como tú, me pasa eso, que veo que en el fondo tampoco hay para tanto, así que no termino de estar convencida.
Un saludo y gracias por la reseña^^
hola que li nda tu reseña amo el libro te i nvito a ver mi blog y seguirme ya te sigo http://libros241018.blogspot.com/2017/06/feliz-cumple.htmlhttp://libros241018.blogspot.com/2017/06/feliz-cumple.html
ResponderEliminarMe gusto mucho tu reseña, a mi en lo personal, este libro me gusta mucho, mas que nada por las cosas que transmite, ademas la pluma de Chris Pueyo es genial.
ResponderEliminarA mi también me ha pasado que por culpa de las redes sociales, mis expectativas de un libro son demasiados altas y termino por desilusionarme así que te entiendo.
me gusta mucho como escribes.
un abrazo desde Una pagina, un mundo